No conforme con la poca
presencia y/o actuación de los cuerpos de seguridad del estado en nuestras
calles, nos topamos con situaciones como la siguiente:
Lo que una vez fue una
comisaría de la extinta POLICIA METROPOLITANA, posteriormente fue un puesto de
la GUARDIA NACIONAL BOLIVARIANA (si, Bolivariana, porque ahora ¡Hasta el perro
que orina en el poste es Bolivariano!).
El hecho es que, si bien no era gran
cosa, ya que igual seguían ocurriendo hechos delictivos en las inmediaciones de
dicho puesto; uno tenía la percepción (esta si es
PERCEPCION, ¿Oíste Chávez?) de que teniendo a esta gente cerca, había un mínimo
de tranquilidad. 
Pues la cuestión es que no se a que ente, autoridad o personalidad política, se le antojó que dicho puesto debía ser “remodelado”.
Hasta aquí vamos bien, no
tiene nada de malo remodelar y acondicionar una sede donde habiten los
encargados del orden público, es mas, me parece ¡Fantástico! El problema es que
para hacerlo pasaron dos cosas:
La primera es que TRANCARON LA CALLE donde esta
el puesto. Con toda la incomodidad que esto implica para los vecinos del
sector.
Y la segunda, es que ya llevan mas de 3 meses efectuando la bendita
remodelación. Esto me recuerda a mi artículo “Como vaya viniendo vamos viendo”,
por favor léanlo.
Una vez más, desidia y
anarquía.
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