viernes, junio 12, 2015

EL PAIS SEMANTICO

Lo que voy a decir, no es ni nuevo ni mío, pero es algo que tengo “atravesado entre pecho y espalda” desde hace muchísimo tiempo.

Es realmente impresionante, impactante diría yo, la forma recurrente y enfermiza (como si de un caso de TOC se tratara) en que el gobierno se empecina en “resolver” cada vez más y más problemas tan solo “cambiando nombres”, poniendo una palabrita aquí, quitando otra mas allá. De verdad no se si lo hacen con toda la intención de hacer que a las personas con mas de 2 dedos de frente, les hierva la sangre, o simplemente son tan obtusos que en su mente, realmente CREEN que con eso se va a solucionar el problema.

Ejemplos hay por docenas: lo que en la mal llamada cuarta república era la DIEX, luego ONIDEX, SAIME, etc. etc. etc. sigue siendo (con algunas excepciones) el mismo monstruo burocrático, chanchullero y desordenado de siempre. Cuando no hay falta de material para hacer los pasaportes, entonces “se cayó el sistema” o la página web para pedir las citas está dañada. Cuando yo renové mi pasaporte, un par de años atrás, me quedé realmente sorprendido con la “velocidad y facilidad” con que pude gestionar mi “cita”. La plataforma era rápida, la página amigable y la “cita” me la dieron realmente rápido. No es fortuito que haya escrito la palabra “cita” entre comillas todas estas veces.

Si buscamos la palabra en GOOGLE (porque ya casi nadie utiliza el diccionario) encontramos la siguiente definición: CITA :”Acuerdo o compromiso entre dos o más personas acerca del lugar, día y hora en que se encontrarán para verse o tratar algún asunto.

Y es que eso precisamente es lo que YO ingenuamente pensaba que tenía al momento de ir a sacarme el pasaporte: una fecha y una hora, en la cual me atenderían A MI. Craso error. Al llegar a la mencionada “cita”, con una media hora de anticipación (los que me conocen saben que soy un tanto maniático con la puntualidad), me doy cuenta de que hay, no menos de 200 personas que también tenían “cita” para el mismo día y a la misma hora que yo. Dado que los seres humanos (o al menos yo) no poseemos el don divino de la Omnipresencia, me llené de valor y pregunté en la taquilla de “información” que cual era el proceso a seguir. Pues muy sencillo: ¡¡¡HAGA LA COLA!!!!! La cual fue de casi 3 horas. 
No puedo cerrar este episodio sin antes mencionar, que al momento de irlo a retirar, fui un día sábado, ya que habían instalado un operativo para agilizar la entrega y en esa ocasión tardé menos de 10 minutos en entrar y salir.

Otro que me llama mucho la atención es el famoso CICPC, antes PTJ. No me extenderé mucho sobre este tema en particular, pero solo agregaré que una vez (hace aproximadamente 7 años) acompañé a un familiar a poner una denuncia y no había papel para las impresoras, por lo cual tuvimos que ir a la casa, buscar papel y regresar, para que los funcionarios pudieran tomarnos la denuncia.
Hace escasos 6 meses, me tocó ir de nuevo a poner una denuncia, y la situación era quizás peor: esta vez sí tenían papel, pero no habían ni unidades (carros) ni personal (funcionarios) para ir a hacer la experticia. En fin, a mi parecer, siguen teniendo las mismas deficiencias, sin importar como se llame. Ojo, una vez más debo destacar que a pesar de las carencias, había gente intentando ayudar.

Sin hablar del tema de los ministerios, que pareciera que experimentan “mitosis” (división celular). Entonces de uno, salen 2 ó 3.
Pero más allá de las instituciones y organismos, creo que lo que más irrita es el cambio de nombre en situaciones o acontecimientos comunes. 

El mejor ejemplo es el de los “dignificados”, anteriormente conocidos como “damnificados”.
¿Es que acaso el hecho de perder la vivienda y los enseres, vuelve a las personas automáticamente dignas? ¿Es que antes de sufrir la desgracia, no lo eran? Llámense como se llamen, esas desdichadas personas que por algún desastre natural lo han perdido todo, han sido maltratadas, ignoradas y hacinadas en espacios no adecuados por períodos de tiempo espantosamente inapropiados. Desde meter gente en el Poliedro, pasando por el fallido Sambil de la Candelaria y expropiando concesionarios de carros en construcción, no se les mejoraron sus condiciones NI en el tiempo NI de la manera adecuada.

El bendito PVJusto…..Antes era el PVP, luego creo que el PMVP, ahora es el PV Justoooooo (así, gritadito, altanero). Más de lo mismo: por el simple hecho de llamarse “justo” no significa que el mortal común, tenga la capacidad de dejar la totalidad de la quincena en simplemente comprar 3 paquetes de toallas sanitarias, 1 champú y 2 kilos de carne. El problema señores del gobierno no es si se le llama justo o injusto, el problema es la distorsión de la economía venezolana. Una distorsión que en gran medida viene dada por………(redoblante para llegar a mi favorito) ¡¡¡EL DÓLAR!!!

Amigo presidente, amigo ministro: el dólar es el dólar. CADIVI/SICAD I/SICAD II/ SICAD 10.000/ SIMADI, etc, etc, etc ……Somos el único país en el mundo con 4 ó 5 tasas de cambio coexistiendo en “imperfecta desarmonía” y por eso estamos como estamos. Si vas a viajar, vale tanto. Si vas a importar comida, vale tanto, si vas a traer medicinas, vale tanto. Si te quieres comprar un celular, es tanto. Pero el hecho, es que el dólar es uno solo, y tiene un único valor. Y de paso NO HAY.

Como siempre, debo dejar un pensamiento final, una reflexión, así que no diré más que esto: así como “No por mucho madrugar, amanece más temprano”, también aquí aplica que “no por mucho renombrar, se resuelven los problemas”.


Porque en definitiva, seamos REPUBLICA DE VENEZUELA, REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA, o REPUBLICA SOCIALISTA DE VENEZUELA, al final del día, somos VENEZUELA.

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