miércoles, octubre 12, 2011

LA SOLUCION SOBRESATURADA

Durante mis estudios en la carrera de ingeniería mecánica, me toco ver algo de Química, y si bien no soy Ingeniero químico, con el respeto que me merecen mis colegas, voy a tratar de hacer una explicación que me servirá de base para mi reflexión de esta ocasión.

Digamos que tenemos un vaso de agua, y comenzamos a añadirle sal. A medida que vamos añadiendo mas y mas cucharadas de sal, la “solución” es decir, la mezcla de agua con sal, se irá volviendo cada vez mas y mas salada obviamente. Eventualmente, llegaremos a un punto en que el agua, será incapaz de disolver más cantidad de sal. En este punto, tenemos lo que se llama una “solución saturada”, y a partir de ese mismísimo instante, cualquier cantidad de sal adicional que agreguemos, no se disolverá, sino que “precipitará”, es decir, veremos los granos de sal irse al fondo del vaso, porque ya no se pueden disolver más. Está es una solución sobresaturada.

En las sociedades también ocurre lo mismo. Hagamos una analogía con nuestra hermosa ciudad (Caracas) o para los efectos, con el país (Venezuela).
La gente (la población) viene siendo el agua, y la sal, son todas y cada una de esas cosas que van sucediendo minuto a minuto, día tras día, mes a mes que nos van colmando (saturando).

Un día es el tema eléctrico: aunque en Caracas se siente muy poco, y aquí nos horrorizamos cuando se va la luz por 2 horas; imagínense vivir en una ciudad como Puerto Ordaz (por solo citar una) donde se va la luz por 4 horas a diario o por un día entero, a pesar de ser el estado donde se genera el mayor porcentaje de energía eléctrica que consume el país (paradójico). Esto sin agregar que se dañen algunos electrodomésticos (nevera, aire acondicionado, televisor) los cuales NADIE se los va a pagar de nuevo. Y así, los habitantes de Puerto Ordaz, “absorben” dicha rabia (el agua se va poniendo más salada) sin que pase mayor cosa.

Otro día puede ser el tema de las expropiaciones: a varias familias en algún estado ganadero, le quitan su hacienda, porque la declararon “ociosa” o “improductiva” y al cabo de 6 meses o un año, se ve que quienes se adueñaron de la finca, la tienen en completo abandono, mucho peor que al principio…..Mas sal para el agua.

EL caraqueño ve ya con resignación, como algo totalmente normal, que asesinen 20, 25, 30 personas durante un fin de semana. Y no son “percepciones” ni “manejos mediáticos” como dice nuestro honorable Presidente: me gustaría muchísimo que el Presidente pudiera presenciar una autopsia hecha a un cuerpo con 25 perforaciones de bala, y luego me explique que tiene eso de “mediático”. Y así continuamos “echándole más sal al agua”……

Ocurren escándalos como el caso de Makled, el caso Antonini, los miles de toneladas de alimentos podridos de PDVAL, los accidentes aéreos, los choques de trenes, la narco avioneta EN LA CARLOTA, los cientos de obras inconclusas como el glorioso BUS CARACAS, magistrados que se auto-asignan bonos de alimentación por BsF. 11.000 al mes, bancos intervenidos, empresas “nacionalizadas”, nos siguen quitando miles de kilómetros cuadrados de territorio, etc., etc. , etc. (la lista podría ser infinita) y el agua se sigue poniendo mas y mas salada…..

Ahora me pregunto yo: ¿Y qué sucederá el día que como sociedad, como país, nos convirtamos en una “solución sobresaturada? El día que no toleremos un solo crimen más, un solo caso de corrupción, un escándalo, un anuncio de escasez de leche, de aceite, un aumento del pasaje, que una niña durmiendo en su cama sea asesinada por una bala perdida, que el metro se paralice por 2 horas, que la inflación suba otro punto porcentual, que quede un barrio incomunicado porque la vía de acceso se la tragó la tierra, otro día sin electricidad, otro medio de comunicación sea cerrado.
Señores, basta solo echar un vistazo a nuestro alrededor para darnos cuenta que la gente ya está harta (está saturada).

El nivel de violencia y agresividad en las calles, donde tienes que quitarte de la acera porque te viene una moto de frente, y si le dices algo te caen a golpes. Donde por trancarle el paso a otro vehículo te caen a tiros. Ya estamos en ese delicado “equilibrio químico” que separa la solución SATURADA de la SOBRESATURADA…. Y el día que eso suceda, preferiría estar bien lejos de aquí.

Me recuerda mucho las palabras de Albert Einstein, a quien una vez se le preguntó si sabía cómo sería la Tercera Guerra Mundial (a propósito del desarrollo de las armas nucleares) a lo que él respondió algo así como: “La Tercera no sé exactamente como será. Pero la Cuarta si: con piedras y palos”.
LA CULTURA DE LA COLA

En muchas ocasiones, he escrito acerca de las colas: tráfico automotor, bancos, etc. y es que la cola forma parte integral de nuestra desdichada cotidianidad. En el día de hoy, viendo en las noticias como entrevistaban a una pobre gente que hacía cola para adquirir sus entradas del juego de beisbol (hoy se da inicio a la temporada), escuché a un indignado señor diciendo: “Estoy desde las 6 de la mañana haciendo cola. Dijeron que abrían a las 9 am y son las 9:30 am y apenas están abriendo UNA de las DIECISEIS taquillas. Esto es un abuso”. Y me decidí a escribir estas líneas.
Ante todo debo empezar diciendo que en mi opinión, una cola es sinónimo de: ineficiencia, tercer mundismo, de humillación de no respeto por el tiempo de los demás.

Obviamente, hay colas que se justifican, y son perfectamente entendibles: si Placido Domingo anuncia que viene al Teresa Carreño, es entendible que se formen largas colas para adquirir las entradas. Pero un concierto, es un evento PUNTUAL, que sucede esporádicamente.

Yo me voy a concentrar en este artículo a esas BENDITAS colas, que suceden DIARIAMENTE, como si de un castigo divino se trataran. No hablaré del tráfico automotor, ya que ese es otro tema aparte, más largo, complejo y multifacético.
Me voy a referir a colas “tontas”, del día a día, que SENCILLAMENTE no tienen razón de ser.

Caso 1: BANCOS
Este es un tema que jamás dejará de sorprenderme. Los bancos fueron los pioneros (si no mal recuerdo) en implementar el famoso sistema del “numerito”. Este sistema funcionaría de mil maravillas, si no fuera por una sencilla razón (la cual jamás entenderé): nunca están trabajando todas las taquillas. ¿Alguien podría explicarme por que razón se construyen bancos con 8, 10, 12 y hasta 14 taquillas, y JAMAS funcionan todas? De verdad lo agradecería. Yo me he dedicado a estudiar el tema, he realizado mediciones, etc. en mis “ratos libres” (es decir, cuando me toca perder una mañana o tarde en el banco), y para mi asombro y rabia, siempre veo que uno hace una cola de 35-40 minutos (en el mejor de los casos), para que luego la transacción en taquilla dure como máximo 3 minutos……¡Esto es absurdo! Mi mente maneja varias posibilidades para que esto deba ser así:

La primera: Tal vez exista una ley, un reglamento en la LEY NACIONAL DE BANCOS, que les obliga a tener un cierto número de taquillas. Sin embargo, no sé si por razones de reducir costos (personal) nunca funcionan todas. Esto es una desconsideración para el ciudadano de a pie.

La segunda: a los bancos se les “exige” mantener dentro de sus instalaciones una cierta cantidad de usuarios, de lo contrario, lo consideran “improductivo” o “poco rentable” y por eso deben esforzarse, a toda costa porque siempre haya mucha gente adentro.

La tercera (probablemente la correcta): a la gerencia del banco, LE IMPORTA UN BLEDO, que la pobre gente pierda horas preciosas de su día allí adentro, y por ello no hacen el más mínimo esfuerzo por aligerar el proceso.

Caso 2: CINES
Siempre he pensado en que en algún lugar del país, se celebran una especie de OLIMPIADAS del “Cajero más lento”. Y el titulo de campeón se lo disputan entre FARMATODO y LOS CINES.
En los cines, el caso es un poco más sencillo que el de los bancos: simplemente se debe a que EL CAJERO es lento la mayoría de las veces. ¿Que tan difícil puede ser llenar un vaso de refresco, o una caja de cotufas? De verdad no lo entiendo.
Ellos adoptan la modalidad creada por Mc Donalds, en la cual aun están recibiendo el pago del cliente y ya están dirigiéndose al próximo cliente (el cual se haya bastante retirado por cierto) y le gritan: “Buenas tardes, ¿Qué desea?”

Piensan que con ese “gritico adelantado” están ahorrando preciosos minutos…..¡¡Por Dios!!
Sin embargo, debo reconocer que en la escala de lentitud en ineficiencia, los CINES son muy pero muy superiores a los BANCOS.

Caso 3: FARMATODO
Nótese que deliberadamente escribí FARMATODO y no FARMACIAS. La razón es que es en particular en esta cadena de farmacias donde el proceso es digno de estudio y análisis.
Volvemos al tema del “numerito”. Aquí también se debe tomar un número, lo cual le hace a uno creer que será atendido con prontitud. ¡¡¡ Y en realidad es así!!! A uno lo ATIENDEN rápido, lo cual no es equivalente a decir que uno SE VA rápido. Porque si bien el número es llamado, y la orden es tomada de manera rápida, a uno después lo pasan a la “caja donde se paga”, y es allí donde viene el cuello de botella. Aquí hay tantos empleados como cajas hay (punto a favor), peeeero (siempre el bendito pero) solo una o dos cajas se encargan de cobrar, las otras son solo para pedir lo que se desea. Esto, sencillamente no funciona, y si no lo creen, hagan la prueba ustedes mismos.

De paso, cuando a uno le toca pagar, no lo llaman por numero sino que empiezan a decir a VOX POPULI lo que uno está comprando: “¿LOMOTIL?” (Saben que tienes diarrea, “¿SENOKOT?” (Todos saben que eres estreñido), “¿EVIGAX?” (Todos se enteran que estas full de gases), “¿VIAGRA?” (medio mundo se entera de que tienes problemas allá abajo), “¿GINO CANESTEN?” (Sin comentarios). Que falta de tacto.

Casos de excepción:
Existen algunos casos en los cuales la cola es totalmente genuina. Simplemente se forma porque la cantidad de gente es casi inmanejable, a pesar de que todas las cajas trabajan y todos los cajeros son bastante rápidos. En esta categoría solo voy a mencionar algunos que me vienen a la mente:
GRAFITTI, EL TIJERAZO, TRAKI, PIMA COTTON, EPA, ZARA y los supermercados.

En líneas generales, según mi humilde opinión, una cola no es sinónimo de que “la comida es excelente” o que “la discoteca es buenísima”, etc. Para mí una cola es un fracaso: fracaso del sistema, fracaso de la gerencia, fracaso del personal. Punto.