martes, julio 06, 2010

EL VALOR DE LA VIDA

¿Cuántas veces damos por sentado que mañana estaremos aquí, simplemente porque ayer lo estuvimos y hoy también? Y es tan fácil olvidar que la vida es un don, un regalo de Dios, el cual se debe agradecer todos y cada uno de nuestros días, como quien recibe por primera vez un regalo.

Este aire filosófico si se quiere, viene motivado a que el día de hoy (al igual que en otras ocasiones anteriores) estuve bastante cerca de “pasar al otro lado”, y entonces uno se pone melancólico y meditabundo. Aunque debo admitir que independientemente de la situación de peligro que casi viví hoy, yo siempre agradezco la vida y muchas otras cosas, pero ese es tema de otro artículo.

Lo que concierne aquí hoy, dentro de la tónica de nuestra querida “ciudad invivible” es llamar a la conciencia del nivel de peligro y de violencia que hoy reina en la Caracas del 2010.
Primero narraré brevemente el episodio que viví hoy, y luego analizaré 5 hechos, en apariencia inconexos, ocurridos en menos de un mes en Caracas, pero que veremos que están estrechamente relacionados.

En la tarde de hoy, luego de salir del trabajo, me dirigí a visitar a mi abuela y mi tía, quienes viven a muy pocas cuadras de mi casa, en la otrora gloriosa urbanización La Florida, hoy venida a menos y convertida en zona roja; termino que por cierto ya perdió toda relevancia, toda vez que la totalidad de nuestra ciudad es zona roja (así como las cadenas presidenciales perdieron su esencia, su aire de “noticia de importancia” gracias a nuestro gobernante que las ha prostituido hasta más no poder).

El hecho es que alrededor de las 6:30 pm, le digo a mi tía: “mejor me voy ya, aprovechando que es de día y es menos peligroso” y no habiendo terminado de pronunciar esas palabras, sonó una ráfaga de tiros (por lo menos 10) los cuales nos dejaron a todos boquiabiertos y en silencio. Mi tía aun con sus dudas (ella pensó que quizás eran fuegos artificiales) yo en cambio tengo el oído más afinado, y sabía inequívocamente que eran tiros. Esperé unos 5 minutos y me fui. Caminando hacia la Avenida Andrés Bello, habiendo dejado atrás el edificio donde vive mi abuela, me encontré pasando por la entrada de un edificio (unos 3 o 4 edificios después de donde vive mi abuela) y veo una gente reunida en la entrada, un par de militares y un carro medio atravesado. Le pregunto a los militares que fue lo que pasó, y me dicen: “le trataron de robar el carro a un señor, pero no sabían que el tipo era PTJ”. En fin, resulta que no hubo heridos, ni se llevaron el carro, pero las marcas de los disparos quedaron en la entrada de ese edificio, edificio por el cual yo hubiera podido ir pasando, de haberme ido de casa de mi abuela, escasos 3 minutos antes…Eso da mucho que pensar.

Ahora, pasando a los hechos que mencioné antes: en menos de un mes, sucedió todo lo que narro a continuación en Caracas.
Hubo un tiroteo en el Centro Comercial el Recreo, con saldo de 2 muertos y algunos heridos. Encontraron un muerto en un baño del Sambil, con 2 impactos de bala en la cabeza. Asesinaron a golpes al director del Centro Uruguayo. Mataron de una puñalada (en plena zona de la Plaza Altamira) a un señor, cerca de las 5:30 pm, a manos de unos “niños” (estilo los que aparecen en la película Hostal) los cuales pululan en la pequeña placita que está frente a la Plaza Altamira (creo que se llama Plaza Altamira Sur) por resistirse al robo y finalmente el episodio del que casi fui protagonista el día de hoy.

Cabe preguntarnos ¿Qué es lo que está pasando? ¿Cuándo y cómo llegamos a este nivel de descomposición social? El fin de semana del 5 de Julio que acaba de pasar, dejó un saldo “reportado” de aproximadamente 53 muertos…..¿Que clase de ciudad es esta? ¿Cuáles son las expectativas de vida de un habitante de Caracas? Aun no tengo hijos, pero me asalta la duda…Y si tengo un hijo y me matan en la calle como un pendejo antes de que el pueda valerse por sí solo?

Paradigmas del pasado como: “De día no es peligroso”, o “Donde hay bastante gente es más seguro” o este otro “Hay ciertas zonas de caracas que son seguras”, quedaron total y absolutamente obsoletos, anacrónicos, inútiles.
Señores, aquí lo que manda, es tener mentalidad de país en GUERRA.
“Cualquier persona es un potencial enemigo”, “No hay zonas seguras”, “La guerra no tiene horario.”
Sin querer sonar paranoico, les aseguro que en la medida en que interioricemos esas 3 afirmaciones, tendremos más chance de sobrevivir (porque como he dicho en muchas ocasiones, en Caracas no se vive, se SOBREVIVE) en esta jungla de concreto.

Les recomiendo ampliamente un libro que leí hace unos 17 años, cuando andaba en la onda de las armas, los cursos de tiro, etc. que se llama “En caso extremo” escrito por el analista de seguridad Marcos Tarre Briceño y el ex DISIP (y también mi instructor de tiro defensivo) Fernando Arcaya. Creo que nunca estuvo tan vigente como hoy ese libro.

domingo, julio 04, 2010

LOS 3 PILARES

Los 3 pilares no son más que (según mi humilde opinión) 3 normativas básicas que ayudarían a resolver más del 80% de los problemas cotidianos del caraqueño (aunque aplica para otras ciudades). A continuación los menciono y explico en detalle.

- Respeto mínimo por las leyes
- Conciencia espacial
- Sentido común

Respeto mínimo por las leyes: esto es tan sencillo como su nombre lo indica. Si la gran mayoría de los ciudadanos tuvieran un mínimo de respeto por las leyes, como ejemplo cito algunas: respetar los semáforos, cruzar las calles en los rayados, no botar basura en la calle, no estacionar carros en las paradas de autobús, los autobuses solo se detendrán en las paradas, etc. Creo que sería un buen punto de partida hacia esa ciudad que todos soñamos.

Conciencia espacial: no se dejen asustar por el título, no tiene nada que ver con cohetes, ni con la NASA, aunque sí con el espacio. Y me refiero al espacio que ocupa cada ser humano, cada carro, etc. Si yo voy caminando por un pasillo de un centro comercial, debo estar consciente de que si yo me paro (a hablar por celular, o a leer un mensaje de texto, etc.) ESTOY OCUPANDO UN ESPACIO por el que más nadie puede pasar, entonces, ES TAN DIFICIL HACERSE A UN LADO??

Esto es crucial entenderlo en el supermercado. Si dejo mi carrito atravesado MIENTRAS LEO LOS PRECIOS de las distintas marcas de “x” producto, estoy ocupando un espacio, por el cual no pasa más nadie y dado el pequeño espacio de un pasillo de automercado, se podrán imaginar el caos.
En el metro la conciencia espacial NO EXISTE. Dios mío, si entras a un vagón, QUITATE DEL MEDIO para que otros puedan entrar. Si no te vas a bajar en las próximas 2 o 3 estaciones, QUITATE DE LA PUERTA.
Este es un clásico: la gente que desea entrar a una bomba de gasolina, o a un estacionamiento, pero COMO ESTA LLENO no les importa quedar con su carro trancando la calle “hasta que haya espacio para entrar”, ya que “a mí lo que me importa es echar gasolina”.

Sentido común: hubo una época en mi vida, en la que yo estaba convencido de que todos los seres humanos venían equipados con esta característica. Ya entendí que no es así (al menos en Caracas, Venezuela). El sentido común te dice que si te paras con tu carro, en plena esquina, A PEDIRLE EL PERIODICO AL SEÑOR DEL KIOSQUITO, los carros que están detrás de ti, NO PODRAN PASAR!!!! ¿Es esto tan difícil de entender? Los kioscos no son un Auto Mac para carros.

Esto va con los choferes de autobús y carritos por puesto: el sentido común indica que LAS PARADAS se hicieron con algún fin, por lo tanto, si en un trayecto de no más de 5 cuadras, SE DETIENEN 14 VECES, es obvio que van a entorpecer el tráfico. Jamás he visto un país donde los autobuses se para donde dice el pasajero y no al revés.

“En la esquina”, “por donde pueda”, “ahí, mas adelante”, “en la parada”, “aquí mismo jefe”, cualquiera de estas frases detendrá de inmediato la unidad, como si del pedal de freno se tratara.

Las PASARELAS, se inventaron para que la gente pudiera cruzar una calle, independientemente del volumen de automóviles que la transitan. Pues aquí no. Aquí las pasarelas están de adorno mientras los peatones imprudentes se lanzan a cruzar, arriesgando su vida, y retrasando el tráfico.

Otro ejemplo de sentido común: si yo como chofer, veo que NO HAY ESPACIO FRENTE A MI para avanzar, ¿por qué me tengo que atravesar cuando el semáforo cambia a verde?

Hubo un tiempo (de hecho creo que aun es así) en que la gran mayoría de los cines dejaron de aceptar tarjeta de debito o de credito. Solamente trabajaban con efectivo. ¿Como te enterabas de esa situación? Al llegar a la caja, al momento de pedir es que te lo decían los cajeros (después de media hora de cola). Una vez en la caja, se podíen leer unos mínimos cartelitos (escondidos por alla atras) que decían; " SOLO EFECTIVO". ¿Es que el sentido común no les daba para colocar un cartel bien grandote?

Los invito a poner en práctica los 3 pilares, solo a manera de prueba, durante los próximos 30 días, y luego verán los resultados.
PROBLEMAS SEMANTICOS

Después de mucho análisis (y muchas calenteras debo decir) he llegado a la conclusión de que gran parte del problema de las colas, y en este caso me refiero no a las colas de tráfico automotor (ese tema lo maneja mejor mi hermana aqui http://rosapratloves.blogspot.com/2010/05/si-no-te-paso-soy-un-gafo.html), sino a las colas cotidianas (panadería, kiosco, cine, banco, etc., etc., etc.) se deben a un tema de semántica. Me explico: en países más desarrollados, como por ejemplo USA, el término utilizado para denominar la cola es "line", el cual al traducirse significa "línea". Esto ya de por sí, transmite una idea de línea recta, de orden (si bien una línea puede ser también curva, por lo general pensamos en una recta). Partiendo de esta premisa, veremos que nuestros amigos del Norte, generalmente asumen que una cola es una LINEA RECTA, es decir, uno detrás del otro. ¿Nada complejo, verdad?

Ahora analicemos el caso Venezolano....Haga una COLA. El termino cola lo asociamos inmediatamente a un animal, y ese es precisamente el meollo del problema. Para unas personas, la cola tendrá la forma de una "cola" de conejo (o sea, un circulo), para otros una cola de cochino (en espiral), para otros una cola de perro (alargada y curva) y así un sinnúmero de interpretaciones, las cuales por cierto NUNCA encajan en el modelo LINEA RECTA. Es por eso que usted verá en la caja de una panadería, a 6 o 7 personas, pero no una detrás de la otra, no, sino 2 o 3 adelante (luchando por ser atendidos), y las demás atrás en forma de diamante (rombo).

Últimamente he encontrado una bastante interesante, en el METRO BUS y en los CINES, y es la que llamo "cola con sombra" y no son más que esas personas que SABEN que van detrás de mi, pero por alguna circunstancia no lo pueden asumir, y transcurren toda la cola parados AL LADO mío, a veces incluso quedando más adelante que yo, pero aun estando a un lado. Es como si para ellos, hubieran dos colas una al lado de la otra, pero en la de ellos, ellos van delante de mí.

Eso lo arreglo facilito: me ubico justo adelante de ellos, y despliego mi espalda a su máxima expresión, impidiendo que jamás se ubiquen a mi lado.
También se ven el caso, mayormente en tiendas donde atienden por mostrador, de la cola en línea recta, pero eso sí, no hacia atrás (lo cual facilitaría saber a quién le toca), sino en paralelo con el mostrador. Esto obviamente trae serios inconvenientes, ya que no se sabe quién está antes de quien. Algunos establecimientos han resuelto el problema con el maravilloso sistema del “numerito”, el cual es muy bueno SIEMPRE Y CUANDO actualicen la pantallita, ya que ese es otro tema de discusión.

Hasta aquí el análisis del día de hoy retomando mi blog luego de 4 años, y con mucho material para compartir. Espero les guste, o por lo menos les entretenga.